Feria de Muestras de Asturias - HISTORIA GRÁFICA (1924-2016)
54 55 una identidad para Asturias: la Feria Internacional de Muestras Asturiana y « Asturias, Turismo Natural » 1.2 visitar las maravillas naturales y el patrimonio de Asturias. El turismo incipiente se convirtió en un aliado más para la promoción de la Feria de Muestras, ya que ambos sectores compartían un mismo objetivo: la atracción de forasteros. Esta relación simbiótica alimentó la creación de material promocional surgido para crear la iden- tidad de la Feria de Muestras y profesionalizar la imagen de Asturias como destino turístico, basado en su patrimonio y, especialmente, en su naturaleza. Los orígenes del turismo en Gijón pueden situarse en el verano de 1858, cuando la reina Isabel II visitó Gijón con su familia para tomar baños de mar. Pese a que los baños adquirieron entonces cierta resonancia como actividad de salud y veraneo, «antes de 1874, apenas tenía importancia Gijón como estación de verano; (…) pero la concurrencia veraniega aumentaba tanto, que construyeron para atenderla una casa de baños en la playa de San Lorenzo, en 1874» 3 que poco a poco iría ocupando toda la playa. A finales del siglo xix , de manera paralela al desarrollo industrial y a la mejora de las comunicaciones, empezaron a asociarse los términos veraneo y turismo como viaje lúdico. En el caso de Gijón, fue en la década de 1890 cuando la industria tuvo cierto desarrollo y comenzó paralela- mente una tímida promoción de la ciudad como destino turístico –condicionados ambos con el desarrollo del ferrocarril, su comunicación con la meseta y la progre- siva mejora de las líneas internas–, algo que decayó con la entrada del nuevo siglo. A nivel estatal, la promoción del turismo como estrategia dirigida desde la política se inició en 1905 con la creación de una Comisión Nacional dirigida exclusivamente al extranjero. Fue más eficaz la labor de propaganda realizada por parte de los primeros organismos oficiales estatales destinados al fomento del turismo, por la Comisaria Regia de Turismo y Cultura Artística, creada en junio de 1911, y su sustituto en 1928, el Patronato Nacional de Turismo. 3 Canella, F.: «Crecimiento de Gijón», en Bellmunt, O. y Canella, F.: Asturias , Gijón: Silverio Cañada Editor, 1980, pág. 176. Su consecuencia en Asturias fue la creación de una Junta del Turismo en 1914. En Gijón existía desde 1907 un Centro de Información Municipal en la calle de los Moros, que ofrecía un completo servicio de información útil a los foras- teros; además, las distintas asociaciones de recreo surgidas a finales del siglo xix realizaban una competente labor en la organización y difusión de los festejos de la ciudad. La creación en 1911 del Real Club Astur de Regatas le aportó el aire aris- tocrático al veraneo gijonés, acorde al turismo propagado por la Comisión Regia. Fue en 1912, por iniciativa del entonces presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, Alfredo Santos, cuando se constituyó una Comisión Permanente encargada de organizar los festejos y fomentar el verano 4 . El potencial de Asturias como destino turístico estaba dominado por su impo- nente naturaleza, lo que hizo que se conociese de manera popular como «la suiza española, (una Suiza con mar)» . Suiza era uno de los países europeos que, junto con Italia y Francia, llevaba la delantera en cuanto a la promoción de sus países como destino turístico. Para Asturias 1918 fue un año clave que marcó el futuro de su turismo ya que la montaña de Covadonga fue declarada Parque Nacional, el primero en España 5 . El concepto de paraíso asomaba tímidamente en alguno de los escritos. En 1924, en plena evolución del turismo, la Feria de Muestras Asturiana vio nece- sario crear su imagen promocional uniendo este concepto de la Asturias natural al de su desarrollo industrial, más íntimamente ligado a su actividad cameral. Tanto la propaganda turística como la de la Feria de Muestras se apoyaron prin- cipalmente en las artes gráficas, que ofrecían la posibilidad de difundir itinerarios e imágenes sugerentes para el viajero a través de publicaciones, carteles y postales. En la I Feria de Muestras se estableció una estrategia de difusión a través de la inclusión de reportajes exclusivos dedicados a la Feria en distintas publica- ciones, algunas de ellas también vinculadas al turismo, como Deporte y turismo astur o Gijón veraniego . En su reglamento se indicaba que también se publicaría una guía oficial con un listado de todos los expositores, que si realmente existió no ha llegado a nuestros días. Uno de los referentes en la promoción del turismo en Asturias fue José Antonio Pérez Pimentel, que desde 1922 publicó Asturias automovilista. Gracias a la participación económica de la Feria de Muestras, en 1924 publicó el Itinerario Gijón-Oviedo , en el que se describían las maravillas que se podían contemplar en la ruta entre estas ciudades, y en 1925, Asturias paraíso del turista , a los que seguirían otras publicaciones en años posteriores y que constituyeron las primeras guías de excursiones. El portfolio Gijón veraniego se convirtió en el libro oficial de la Feria de Mues- tras, en su primera y segunda edición, tal y como recoge la prensa del momento. Esta publicación, que se editaba desde 1914 por iniciativa de Manuel Vega y Joaquín Bonet –este último director años más tarde del diario La prensa –, recogió 4 Estaba compuesto por representantes del Club Astur de Regatas, la Cámara de Comercio de Gijón, la Comisión de Festejos del Ayuntamiento, la sociedad La Chistera, el Círculo Mercantil e Industrial y la Unión de Gremios, según recoge Juan Carlos de la Madrid en «Aquellos Maravillosos años». 5 Tras promover la Ley de Parques Nacionales de 1916, el senador asturiano Pedro Pidal vio en la celebración del XII centenario de la Reconquista la ocasión para promover esta iniciativa de protección de los recursos naturales, igualándolos a monumentos. Solo Suecia y Estados Unidos contaban con iniciativas similares. El Musel, con fotografía de Alfredo González en Gijón veraniego , 1925. Mujeres, niños y un hombre con sombrero en la playa de San Lorenzo. Al fondo, el Campo Valdés, c. 1895 (Arturo Truan, Muséu del Pueblu d’Asturies). Caseta de baños utilizada por Isabel II durante su estancia en Gijón en 1858 (Alfredo Truan, Patrimonio Nacional).
RkJQdWJsaXNoZXIy NzU1NzQ=