Feria de Muestras de Asturias - HISTORIA GRÁFICA (1924-2016)
81 80 La recuperación de una tradición como proyecto de futuro 1.3 quien insertaba en estas publicaciones textos sobre la situación de Asturias, su industria o el puerto y las necesidades de futuro, así como estudios históricos de la región, las figuras relevantes en su desarrollo y, cómo no, la tradición ferial. Esta vertiente fue especialmente visible en el catálogo de 1968, que contenía un segundo tomo dedicado a un completo estudio con motivo de los 175 años de la sidero-metalurgia asturiana . Poco a poco estos estudios fueron desapareciendo de los catálogos para recogerse en otras publicaciones realizadas por la Cámara de Comercio. Desde 1978, y con el mandato de Claudio Fernández-Junquera, se editó una publicación con los discursos realizados por las autoridades y los espe- cialistas durante cada edición. A nivel gráfico, los catálogos representaban imágenes muy variadas. De 1965 a 1967 se replicaron los carteles en sus portadas, y desde entonces hasta 1980 se alternaron ilustraciones y fotografías alusivas al recinto ferial y sus elementos arquitectónicos con fotografías aparentemente aleatorias de maquinaria y paisajes de Asturias. A partir de entonces se seleccionaron obras de artistas asturianos, como Luis Fega, Pura Fresno o Carlos Cobián, para ilustrar la portada del catálogo, tendencia que solo se rompió durante tres años con motivo de importantes aconte- cimientos relativos al patrimonio arquitectónico de Gijón, utilizando una fotografía de los edificios en cuestión: la restauración del Palacio Revillagigedo por Cajastur como centro expositivo en 1988; la del Banco de Gijón en 1991, coincidiendo con su iluminación y puesta en valor como monumento, y la construcción del Palacio de Congresos y Exposiciones de Asturias en 1992. A partir de 1993 se utilizó de nuevo el cartel de cada edición como portada del catálogo. Los catálogos eran asimismo una rica fuente de material publicitario de las empresas, un estudio que podría completarse con la publicidad específica que se realiza durante la Feria con la entrega de todo tipo de obsequios de empresas y reclamos basados en el certamen, como los «precios de feria». Retomando el material gráfico que se conserva, no fue hasta 1985 cuando los organizadores se sirvieron de las habilidades del entonces decorador y esce- nógrafo del recinto ferial, Benigno González, para recuperar el cartel como un elemento creativo en el que representar los emblemas que iban surgiendo con el propio desarrollo de la Feria. No es de extrañar que la fecha coincida con el año en que la Feria de Muestras de Asturias adquiere el rango de «internacional», hecho perseguido por sus organizadores y que supuso un hito que debía ser comunicado y celebrado por todos. Además de las propuestas de Benigno González, la empresa de publicidad J. S. Publicidad de Oviedo realizó los carteles de 1988 y 1989 donde, por primera vez, aparecía el acrónimo FIDMA. Con tal motivo, la marca FIDMA se colocó sobre la entrada monumental del recinto, simbolizando la recompensa al duro trabajo realizado desde 1965. Con la construcción del Palacio de Congresos en 1992 se dio un paso hacia delante en la culminación de un recinto ferial flexible y funcional para toda Astu- rias. Un espacio pensado mirando al siglo xxi y las nuevas preocupaciones y necesidades técnicas. Esta construcción marcó una nueva etapa de la Feria de Muestras en la que también se produjo un cambio significativo en la estrategia de promoción de la Feria de Muestras. El cartel, que había sido una herramienta de difusión inestable, se convirtió de nuevo en una pieza central y en el modo de Cartel del Día del Campo de 1983, patrocinado por Caja Rural Gijonesa (Biblioteca de Asturias Ramón Pérez de Ayala). Entrada principal de FIDMA en 1988 (anónimo, archivo de La Voz de Asturias , Muséu del Pueblu d’Asturies).
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