El presidente de la Cámara de Comercio de Gijón, Félix Baragaño, entregó esta mañana al arzobispo de la archidiócesis de Oviedo, Jesús Sanz Montes, la medalla que se ha acuñado para conmemorar el centenario de la celebración de la primera Feria de Muestras de Asturias, en 1924.

La representación de la Cámara de Comercio de Gijón estuvo integrada, además de por su presidente, por los vicepresidentes, Pedro López Ferrer y Teresa Fernández Marmiesse, el miembro más antiguo del pleno, José Carlos González, y el secretario general de la Cámara, Álvaro Alonso, que entregaron la medalla en el palacio Arzobispal.

Durante la entrega, el arzobispo de Oviedo estuvo acompañado por el vicario general de la diócesis, Adolfo Mariño Gutiérrez. Sanz Montes agradeció la entrega de la medalla del centenario y manifestó que “somos una de las instituciones que ha recibido este gesto, que como arzobispo agradezco sinceramente. Podría parecer que el comercio tiene que ver simplemente con el trabajo que busca el dinero y la riqueza, lo cual también cuenta, pero antes que nada, desde una perspectiva cristiana, el trabajo es un modo de colaborar con Dios para hacer un mundo mejor que Él ha dejado, incompleto, en nuestras manos”. El arzobispo añadió que una Cámara de Comercio “es un espacio en donde empresas y empresarios, con sus iniciativas, son ayudados en una verdadera fraternidad laboral que redunda en beneficio de la sociedad y de cada una de las personas y familias. Una buena noticia que vale la pena agradecer”.

La medalla entregada forma parte de una serie limitada de 30 unidades, de las que ya se han entregado más de la mitad a instituciones y entidades de referencia del Principado como el Gobierno del Principado de Asturias y la Junta General de Principado.

En ella se reproduce, en una de las caras, la escultura del japonés Tadanori Yamaguchi que protagoniza el cartel de la Feria de este año. Y en la otra hace referencia a los 100 años del certamen con un detalle especial que el presidente de la Cámara explicó durante la entrega, que es la variación de la tipografía de las fechas, puesto que la de 1924 está hecha con la misma letra que en esa primera edición y la de 2024, con la actual.